Tras salir de nuestras localidades, hacemos noche en camino y es en Leiría, un pueblo a escasos kilómetros de Fátima, donde nos encontramos con los peregrinos que vienen desde todos los puntos de España y es en ese momento cuando verdaderamente empieza la peregrinación. En un ambiente divertido, lleno de ilusión y cargado de jóvenes, nos ponemos en marcha a pie para llegar a nuestro destino. ¡Pero no te asustes! En esa misma tarde llegaremos a Fátima, al encuentro con la Virgen, donde pasaremos el resto de los días.
En estos tres días, vivimos muy de cerca el encuentro con Cristo en la Iglesia y con su madre la Virgen María, pero siempre desde una perspectiva cercana a nosotros, los jóvenes. Por eso, la alegría que allí encontrarás es una alegría que no se pasa, una diversión diferente, la que tú, en el fondo, llevas buscando desde hace años.
Ambiente diferente, gente diferente… ¿No crees que ha llegado el momento de arriesgar? No te lo pienses más y… ¡vente a Fátima!